Antes de alzar la copa dorada en el estadio de Lusail, Messi recibía una prenda de color negro y dorado de manos del emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani: se la conoce como ‘besht’, una especie de capa que solo el emir luce siempre. Esta prenda la suelen portar también ministros y personas importantes de Qatar en el Día Nacional del país (que es precisamente hoy). De esta forma reflejaba un gesto de reconocimiento a Lionel Messi, que recogía el único gran título que le faltaba por conseguir.

Una prenda de gran significado
El detalle no pasó desapercibido, al colocarse esta prenda semitransparente ante los ojos del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y de todo el planeta fútbol. Una capa que solo emplean las familias de Qatar para ocasiones especiales y de importancia. Por ejemplo, se la coloca el padre a su hijo cuando este se va a casar. Solo el actual emir de Qatar, el máximo mandatario del país de Oriente Medio, la luce siempre. Una prenda, en besht, que se suele colocar encima del thoub, una especie de túnica que llega hasta el tobillo y suele ser de manga larga.
Una imagen llamativa, pues no es habitual ver este tipo de gestos en ceremonias de torneos de la FIFA, y por el hecho de situar a Messi como un igual al emir del país anfitrión del Mundial. Tras recibirla, Messi fue junto a sus compañeros para levantar la copa y hacer historia para Argentina, un país que celebra el triunfo tras estrenarse en el torneo con una sorprendente derrota ante Arabia Saudí.