Corrupción en las rutas: así funcionaría el acuerdo entre gendarmes y contrabandistas

El denominado Operativo Dignidad no se limitó a la detención de unas veinte personas. Reveló que miembros de la Gendarmería Nacional habían establecido una red de corrupción en las provincias del NOA, facilitando el transporte de mercancías de contrabando y drogas, especialmente cocaína, a través de los llamados tours de compra.

En el domicilio de un gendarme hallaron hojas de coca

El fiscal Agustín Chit comenzó la investigación en febrero tras recibir denuncias de las propias víctimas, quienes afirmaban que debían pagar sobornos excesivos para poder operar. Esta versión fue corroborada por gendarmes que explicaron que enfrentaban problemas porque no querían participar en esos acuerdos.

“Básicamente dijeron que se le cobraba entre dos y tres veces por lo mismo. Hasta me parece risueño que personas que están realizando una actividad ilícita le exijan al Estado que actúe porque se estaba de alguna manera violando sus derechos. De todas maneras, era un caso grave que debía ser investigado”, comentó el investigador en una entrevista en el programa Buen Día de LG Play.

Durante el desarrollo de la investigación, en nuestra provincia ocurrieron dos graves incidentes con los pasajeros de estos tours. Uno de ellos fue el incendio de un autobús en Trancas y el otro en la localidad de 7 de Abril. En ambos casos, los viajeros protestaron enérgicamente porque intentaban quitarles la mercancía que transportaban, a pesar de que ya habían llegado a un acuerdo. Semanas después, los peritos confirmaron que en el autobús incendiado se encontraron restos de marihuana quemada. Además, según el testimonio de varias personas, se descubrió que desconocidos habían sustraído la cocaína que transportaban.

Detienen a 20 gendarmes por cobrarles coimas a bagayeros en la frontera.

La investigación se convirtió en una bola de nieve. Inicialmente, el caso se centró en los gendarmes de Tucumán, pero luego se comprobó que la red de corrupción se extendía a Salta y Catamarca, con posibles conexiones con un caso similar ocurrido el año pasado en Santiago del Estero (informado por separado). Por ello, se sumó el fiscal federal de Salta, Eduardo Villalba, quien también está a cargo de la Procuraduría contra la Narcocriminalidad NOA.

Los delitos

Las sospechas sobre los supuestos acuerdos en la región se confirmaron. Los investigadores descubrieron, a través de escuchas telefónicas, aportes de agentes reveladores digitales e investigaciones reservadas, que se habrían cometido los siguientes delitos:

1. El más común: exigían sobornos en los controles de ruta. Según el expediente y las víctimas, cobraban entre $10.000 y $60.000 para permitir el paso. Pagaban esos montos las personas que viajaban a Orán de manera particular, quienes contrataban el servicio de transporte de utilitarios y los tours de compras que no estaban en algún acuerdo ilegal con sus propios compañeros.

En el Operativo Dignidad, los efectivos encontraron en la mochila de un compañero de la fuerza $700.000 en efectivo y sospechan que ese sería el monto recaudado en su turno. En Salta, en el domicilio de la madre de otro efectivo acusado, encontraron al menos $30 millones. El sueldo de un miembro de la fuerza oscila entre $650.000 y $1 millón.

2. Organización: había un grupo de gendarmes que supuestamente acordaban con los organizadores el paso seguro cuando viajaban al norte del país, avisándoles de las ubicaciones de los controles en el viaje de regreso y permitiéndoles el paso sin problemas. Según el expediente, por este “servicio” cobraban $50.000 por cada pasajero y otra cifra similar para distribuir entre el personal que realizaba los controles en la ruta.

El número de personas en cada tour varía según la cantidad de mercancía que desean transportar. Por ejemplo, hay tours con menos de 15 personas y otros con más de 25. Los investigadores afirman que esa “tarifa” podría haber aumentado considerablemente si se considera la mercancía que transportaban. Obviamente, si se trataba de drogas, los valores serían mucho más altos.

Reventa: Los detenidos podrían haber confiscado la mercancía a los bagayeros durante los controles rutinarios y no solo no informaban sobre los decomisos, sino que tampoco llevaban los bienes a los depósitos de la fuerza.

Se cree que luego vendían estos bienes. En más de 20 allanamientos realizados, los investigadores encontraron hojas de coca, neumáticos y teléfonos celulares de alta gama.

Algunos números

“Además de las denuncias de los bagayeros, comenzamos a conectar casos iniciados por contrabando y por hallazgo de droga en los tours de compras que eran cada vez más comunes”, resumió Chit en la entrevista de “Buen día”.

Las cifras respaldan las declaraciones del fiscal federal. Hasta el viernes pasado, Gendarmería, según los datos registrados por la fuerza, incautó 124 kilos de cocaína que venían ocultos en estas excursiones, casi cuatro veces más que los 34 kilos incautados en el mismo período de 2023.

Para los investigadores, este no es un dato menor. Consideran que el aumento de incautaciones no está relacionado con una mayor cantidad de procedimientos, sino que está vinculado a que los narcotraficantes aprovecharon esa red de corrupción para transportar más droga.

Detienen a 20 gendarmes por cobrarles coimas a bagayeros en la frontera.

Los fiscales federales Chit y Villalba no se cansan de repetir que esta es una investigación que recién está comenzando y que aún falta mucho camino por recorrer. No lo dicen públicamente, pero hay una realidad que no pueden ignorar. De Orán a Tucumán, hay al menos nueve controles fijos de Gendarmería. Pero de los 10 procedimientos en los que se encontraron drogas, solo uno fue detectado en Salta. La droga fue decomisada en cuatro operativos realizados en nuestra provincia, tres en Santiago del Estero y los restantes en San Juan y Santa Fe.

Las consecuencias: temen que ahora haya más controles en la ruta

“Era sabido que esto iba a pasar. Desde que incendiaron el micro en Trancas, los gendarmes se pusieron más ‘pillos’. O te quitaban todo o te pedían más plata. Ahora no sé qué pasará”, explicó Esteban Duarte, uno de los tantos tucumanos que viaja al norte del país para comprar mercancía y luego revenderla en la provincia.

Corrupción en las rutas: cómo habría sido el sistema de arreglo entre gendarmes y bagayeros

La detención de 12 gendarmes no sorprendió a este bagayero. “Era un final cantado. Los ‘aceituna’ (NdelaR: así llaman a los efectivos de la fuerza) estaban muy dulces. Al incrementarse los viajes a Bolivia, ellos comenzaron a ponerse más exigentes con las coimas. Estaban muy abusivos porque, supuestamente, vos arreglabas con los de Salta, pero después querían plata los de Jujuy y los de Tucumán. Parece que no estaba conversada la cosa entre ellos”, explicó el hombre que desde hace cinco años se dedica a esta actividad ilegal.

No existen registros certeros sobre cuántos son los tours de compra que circulan por día por la provincia. Esa falta de información puede estar relacionada con la misma red de corrupción que fue descubierta con esta investigación. Sí se sabe que hay al menos cuatro viajes semanales que parten de Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba, Santa Fe y hasta Buenos Aires.

Florencia Medina relató que al principio todo transcurría sin inconvenientes, ya que iba a comprar ropa y regresaba sin problemas. Sin embargo, con el tiempo comenzaron a suceder cosas extrañas que la preocuparon. “Al principio todo estaba bien porque iba a comprar ropa y volvía sin problemas. Pero con el correr fueron pasando cosas extrañas y comencé a preocuparme”, expresó Medina. Cuando La Gaceta le preguntó qué era lo que le parecía extraño, ella respondió: “De pronto veías que en Orán subían personas que no habían hecho el viaje de ida. Salían de la nada, cargaban cajas… Nunca pregunté nada, simplemente pagué lo que tenía que pagar para el arreglo”, concluyó.

En una nota publicada por el periodista Gustavo Gallardo el 2 de noviembre del año pasado, se informó que “La Justicia Federal realizó 13 allanamientos en distintos puntos de la provincia y detuvo a al menos seis gendarmes y cuatro civiles, sospechados de conformar una banda que generó su propio negocio con mercadería de contrabando estimada en más de $ 150 millones”. Este caso es considerado un antecedente claro de lo que se descubrió con el Operativo Dignidad.

El artículo sobre la corrupción en las rutas detalla cómo podría haber sido el sistema de arreglo entre gendarmes y bagayeros. Según el periodista santiagueño, “El proceso comenzó siete meses atrás, a raíz de una denuncia que alertó sobre numerosos gendarmes y civiles unidos por un hecho ilícito se los acusa de retener para sí mercaderías provenientes de Bolivia y Paraguay en los denominados tours de compras; también de falsear la cantidad de neumáticos de contrabando incautados; y de ‘trabajar’ con comerciantes en la venta de lo ilegal, y hasta concertar negocios con locales de Buenos Aires”.

Durante el operativo, se registró un incidente grave cuando una organizadora, al enterarse de que su casa sería allanada, decidió prenderle fuego para evitar que descubrieran el acopio de mercadería ilegal que tenía.

El juez federal Guillermo Molinari, junto con la fiscala Indiana Garzón, procesaron a seis gendarmes y a diez civiles. A cada uno se les ordenó un embargo preventivo de $1,5 millones.

El expediente revela que los efectivos de la fuerza federal solicitaban en promedio unos $200.000 por micro para permitirles circular libremente por la provincia. Además, se los investigó por el robo de mercadería en los depósitos de la fuerza, la cual luego vendían.