Después de realizar pruebas genéticas, acusan a una pareja por el asesinato de un ladrillero en Alderetes

Luego de que se realizaran pruebas genéticas que determinaron el perfil de una pareja implicada en un crimen ocurrido en Alderetes, el Ministerio Público Fiscal decidió reformular los cargos en su contra. La mujer, de 24 años, y un hombre conocido como «Pegamadre» enfrentan ahora nuevas acusaciones.

Durante una audiencia que tuvo lugar el lunes 19 de agosto, la auxiliar de fiscal Luz Becerra, quien representaba a la Unidad Fiscal de Homicidios II bajo la dirección de Carlos Sale, explicó que la nueva calificación legal para el hombre es la de homicidio en ocasión de robo, en calidad de autor principal. En cuanto a la mujer, se le imputó el rol de cómplice en el robo.

Becerra explicó: «Entendemos que ambos tenían la intención de sustraer bienes de la víctima, entre ellos una garrafa y dos palas. El cable con el que la víctima fue estrangulada contiene el perfil genético del apodado ‘Pegamadre’. Además, el perfil genético de la mujer fue encontrado en el pico de una botella hallada en la casa del fallecido, lo que la sitúa en la escena del crimen.»

Es importante recordar que ambos imputados se encuentran actualmente bajo prisión preventiva, medida que se extenderá hasta el lunes 30 de septiembre. Durante la audiencia, la defensa del hombre solicitó su traslado a un centro médico, argumentando que había tenido un altercado con otro recluso en su lugar de detención. Además, se pidió la autorización para realizar una Junta Médica debido a que el acusado posee un certificado de discapacidad, así como su reubicación en la comisaría de Banda del Río Salí. Todas estas solicitudes fueron aprobadas por el juez presente en la audiencia.

Teoría del Caso:

El jueves 29 de febrero de este año, alrededor de las 19:00 horas, la pareja imputada se dirigió al domicilio de la víctima, un hombre de 63 años con quien tenían una relación previa debido a su trabajo como ladrillero. La vivienda se encontraba en la avenida Independencia al 2000, en una zona rural de Alderetes, accesible por el camino a El Cochuchal.

La pareja acudió al lugar con la intención de pedir dinero y alimentos a la víctima. Al recibir una negativa, el hombre acusado desconectó una garrafa de gas y recogió dos palas que el ladrillero tenía en su casa. Este acto provocó una confrontación física entre la víctima y el acusado, quien, con la intención de asesinarlo, utilizó un cable de color negro, envuelto en cinta de embalar gris de aproximadamente 60 cm, para estrangular al hombre, causándole la muerte por asfixia mecánica, según lo detallado en el informe de autopsia. Después de cometer el homicidio, la pareja huyó de la escena llevándose los objetos robados.

El cuerpo de la víctima fue encontrado al día siguiente, el viernes 1 de marzo.