En las últimas horas, el caso de la desaparición de Luján, una niña de 11 años que conmocionó a la comunidad de Río Seco, ha tomado un rumbo inesperado. El principal sospechoso, quien también es su tío, habría confesado que la menor murió en un «accidente», según las autoridades.
La Justicia informó que Walter Mateo Córdoba, tío de Luján y principal sospechoso en el caso, relató que mientras realizaba trabajos en su hogar, lanzó un ladrillo que, según su versión, golpeó accidentalmente a la niña en la cabeza. Córdoba afirmó que, temiendo ser acusado de asesinato, tomó la drástica decisión de quemar el cuerpo y luego descuartizarlo para intentar ocultar lo sucedido.
Según los investigadores, «este hombre se habría quebrado y confesado buscando una excusa exculpatoria». Esta declaración surgió después de que la Policía intensificara las investigaciones en la casa del sospechoso. Se sabe que Luján había ido a visitarlo porque él vivía con sus dos hijas, quienes eran amigas cercanas de la niña desaparecida.
Sin embargo, la versión ofrecida por el sospechoso contiene varias inconsistencias. Se ha comprobado que Córdoba se encontraba solo en su domicilio en el momento en que, según él, ocurrió el accidente. Debido a estas discrepancias, la Justicia ha centrado su investigación en la declaración del sospechoso. Aunque esta confesión fue realizada de manera informal y fuera de un marco legal oficial, podría ser utilizada como evidencia en la investigación si se presentan testigos que corroboren haber escuchado dicha confesión.
Este tipo de procedimiento tiene precedentes en otros casos similares. Un ejemplo notable es el crimen de Ana Dominé, en el cual una confesión informal jugó un papel crucial para cerrar la investigación.
Por otro lado, se ha reportado que durante la noche del domingo, el acusado podría haber intentado dispersar los restos de Luján en distintas áreas de Río Seco, según lo informado por el diario La Gaceta. Este hecho ha llevado a las fuerzas de seguridad a intensificar los rastrillajes en la región, concentrándose especialmente en un terreno baldío cercano a la vivienda del sospechoso.
Los vecinos describían al acusado como un hombre trabajador y aparentemente normal, lo que ha dejado a la comunidad en estado de shock. No obstante, la reciente separación de su pareja, quien es la tía de Luján, y el hecho de que quedó a cargo de sus tres hijos, ha abierto una línea de investigación adicional. Las autoridades también están explorando la posibilidad de que haya habido maltrato hacia sus hijas, lo cual podría arrojar más luz sobre el perfil del acusado y el trágico desenlace de Luján.