El ambiente universitario ha intensificado su rechazo a las políticas impulsadas por el presidente Javier Milei, líder de La Libertad Avanza, lo que ha generado una creciente tensión, que parece no disminuir ni en Tucumán ni en el resto del país.
A través de asambleas realizadas en diversas facultades de la Universidad Nacional de Tucumán (UNT), los estudiantes, junto con docentes, graduados y personal no docente, han decidido sumarse a la toma activa de facultades y otras medidas de protesta que ya se implementan en distintos puntos del país. Estas acciones se desarrollan como parte de una serie de reclamos, que incluyen un paro federal y una movilización programada para el jueves 17.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, la ocupación de las facultades será de carácter simbólico, ya que la intención no es interrumpir completamente las actividades académicas. En cambio, se ha optado por mantener las clases, aunque adaptando la modalidad (presencial, virtual o mixta) en función del contexto de conflicto. Además, se implementarán otras formas de protesta, como clases públicas, ollas populares y actividades para visibilizar las demandas de la comunidad universitaria.
El miércoles 2, diversos sectores del ámbito universitario se unieron en una marcha nacional con el fin de exigir la implementación de la Ley de Financiamiento Universitario. Esta ley había sido vetada por Milei, quien argumentó que no contaba con una fuente específica de financiamiento para cubrir los gastos que implicaba. La medida fue promovida por la UCR y respaldada por Unión por la Patria.
La semana anterior, en la Cámara de Diputados, la coalición de La Libertad Avanza, con el apoyo del PRO y otros aliados, logró reunir los votos suficientes para ratificar el veto de Milei y frenar el proyecto de la oposición, lo que agravó la situación en todo el país.
En este contexto, el Gobierno nacional intensificó sus críticas hacia el sector universitario. Durante un acto realizado el sábado para anunciar el nuevo nombre del Centro Cultural Kirchner (ahora llamado “Palacio Libertad”), Milei afirmó que “la universidad pública nacional hoy no le sirve a nadie más que a los hijos de los ricos y a los de la clase media alta”, un comentario que generó aún más indignación entre los estudiantes y docentes.
Las primeras tomas de facultades comenzaron en Buenos Aires, y la protesta ha comenzado a extenderse a Tucumán. En la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, por ejemplo, se realizó una asamblea interclaustro en la que se decidió llevar adelante una toma activa hasta el jueves, día en que se votará nuevamente sobre las formas de continuar con la protesta. Según Anahí Rodríguez, secretaria general de Adiunt, la asamblea fue multitudinaria y otras facultades, como la de Artes, también se han sumado a esta modalidad. Se espera que en los próximos días otras carreras tomen decisiones similares.
Rodríguez destacó que los estudiantes han tomado un rol protagónico en las protestas, utilizando acciones directas características del movimiento estudiantil. Señaló que las tomas son una respuesta a las políticas del Gobierno nacional, que no solo afectan al ámbito educativo, sino también a los trabajadores y jubilados. A su vez, criticó la actitud del Gobierno, al que acusó de provocar aún más tensión con sus declaraciones en lugar de buscar soluciones.
Durante la tarde, se llevó a cabo un encuentro interfacultades frente al Rectorado de la UNT, en el que participaron representantes de distintos sectores de la comunidad universitaria. Aunque las tomas activas no abarcan a todas las facultades de la UNT, asistieron estudiantes y referentes de casi todas las carreras para expresar sus consignas y demandas.
Entre los reclamos se destacó la necesidad de generalizar el boleto universitario, las críticas al sistema de becas Progresar y la escasez de comedores para estudiantes en la Universidad Nacional de Tucumán.
En paralelo, Adiunt realizó una asamblea para discutir la organización de la movilización del jueves 17 y las acciones de la semana siguiente. Por su parte, el rector de la UNT, Sergio Pagani, y la vicerrectora, Mercedes Leal, junto al consejo de decanos, expresaron su profunda consternación por la votación en contra de la Ley de Financiamiento Universitario. En una carta conjunta, destacaron que el voto de los diputados de Tucumán fue una traición a la universidad pública y afectó el futuro de miles de jóvenes argentinos, así como el valor simbólico y real de la institución en la región.