Máximo Alejandro Abraham, de 29 años, murió en el penal de máxima seguridad de Rawson, Chubut, donde cumplía condena por el asesinato de dos policías tucumanos ocurrido en 2018. Según informó el periodista César Juárez, se habría tratado de un suicidio. Abraham había sido trasladado a esa cárcel debido a su conducta considerada “incontrolable”.
Conocido como “Maxi”, creció en El Manantial, al sur de San Miguel de Tucumán, rodeado por el imperio que había levantado su abuela Irma Abraham, la recordada “madama tucumana”, fallecida en 2017 a los 89 años. Parte de la herencia de la “Turca” incluía tres hoteles alojamiento ubicados sobre la ex ruta nacional 38, en los que Maxi comenzó a vincularse a escándalos y episodios violentos desde joven.
En 2015 fue sobreseído en una causa por robo agravado, aunque acumulaba antecedentes por amenazas, resistencia a la autoridad y un hecho grave en el que llegó a disparar contra un joven dentro de uno de sus hoteles. Su gusto por autos, motos y camionetas, sumado a una vida marcada por excesos y el consumo de drogas –según admitió una hermana–, lo condujeron a reiterados problemas con la Justicia.
En el momento de su detención por el doble crimen, ya pesaba sobre él un pedido de captura por un intento de homicidio cometido dos años antes.
El ataque a los policías
La madrugada del 13 de febrero de 2018, Abraham se encontraba en el parque 9 de Julio cuando recogió en su camioneta a una mujer trans. En ese instante, llegaron los efectivos Sergio Páez González (44) y Cristian Peralta (37) en un móvil policial. Según la investigación, Abraham descendió armado y disparó contra ellos, provocándoles la muerte. La mujer trans permaneció en el lugar, mientras el acusado escapaba. Finalmente, fue capturado el 22 de febrero de ese año.