El presidente se manifestó tras la denuncia contra el expresidente Alberto Fernández por «violencia física y mental» hacia Fabiola Yañez, criticando las políticas de género, calificándolas como «una estafa» que benefició a unos pocos a costa de todos los argentinos.
Según el mandatario, la verdadera solución a los delitos de violencia de género es «ser duros contra quienes los cometen» en lugar de «crear un Ministerio de la Mujer». También criticó los cursos de género y la contratación de «miles de empleados públicos innecesarios», argumentando que «aumentar la burocracia estatal es una estafa moral, fiscal y política» y que se trata de aprovecharse de un problema grave para hacer negocios.
El presidente afirmó que, a pesar de enfrentar constantes ataques y difamaciones, siempre tuvieron el coraje de decir la verdad sin importar las consecuencias, cumpliendo su compromiso con la sociedad desde el primer día de gobierno al poner fin a lo que denominó «la estafa de las políticas de género». Según él, solo unos pocos se beneficiaron de estas políticas, financiadas por todos los argentinos.
Además, acusó al kirchnerismo de usar esta problemática para hacer negocios y política, mientras que el oficialismo fue el único en denunciar esta «estafa». En defensa de la postura del Gobierno, advirtió que, aunque sus opositores pueden «golpear, maltratar, violentar y robar» mientras se muestran como aliados de causas justas, ellos, que valoran a cada individuo como un fin en sí mismo, son los que son acusados de cortar derechos y ser violentos.
