Un hombre de 55 años, identificado como Ronald José Salvador Montenegro, perdió la vida el pasado lunes en un trágico accidente ocurrido dentro de un gimnasio en la localidad de Olinda, en el estado brasileño de Pernambuco. Según muestran las imágenes captadas por las cámaras de seguridad del establecimiento, Montenegro realizaba ejercicios de press de pecho en un banco cuando la barra con la que entrenaba se le resbaló de las manos y le cayó directamente sobre el tórax. Tras recibir el impacto, logró incorporarse brevemente, pero segundos después se desplomó al suelo, sin poder recuperarse.
El personal del gimnasio intervino de inmediato, brindándole asistencia y trasladándolo a la Unidad de Atención de Emergencias (UPA) de Rio Doce, aunque lamentablemente no logró sobrevivir. La Policía Civil clasificó el hecho como una «muerte accidental», a la espera de los resultados de las pericias correspondientes. En las imágenes del accidente se observa que Ronald sostenía la barra únicamente con las palmas de las manos y los dedos, sin envolverla con los pulgares, lo que se conoce como un “agarre falso” o “agarre suicida”.
Lúcio Beltrão, presidente del Consejo Regional de Educación Física de Pernambuco, explicó a la prensa que este tipo de sujeción es peligrosa porque los pulgares permanecen alineados con los demás dedos, sin pasar por debajo de la barra, lo que hace que el peso del equipo recaiga directamente sobre las palmas y disminuya la estabilidad, aumentando la probabilidad de que la barra se deslice hacia abajo. Beltrão aclaró que, aunque oficialmente no se puede responsabilizar al agarre por el accidente, reconoció que los riesgos son «considerablemente mayores» al emplear esta técnica. Asimismo, destacó que cerrar el pulgar alrededor de la barra reduce significativamente la posibilidad de que se caiga, y aconsejó que cualquier medida que minimice el riesgo durante el levantamiento de peso debería aplicarse para prevenir accidentes similares.