El sindicato Unión Tranviarios Automotor (UTA) ha decidido llevar a cabo un paro general que está teniendo un impacto significativo en los sistemas de transporte urbano del interior del país. Esta acción fue tomada después de que fracasara la negociación en una nueva reunión paritaria entre la UTA, que representa a los conductores, y la Federación Argentina de Transportadores por Automotor de Pasajeros (Fatap), la asociación empresarial que representa a las empresas prestadoras de servicios en el interior del país.
El objetivo del sindicato es replicar el acuerdo alcanzado con las empresas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que fue cerrado el viernes pasado. Este acuerdo incluye un aumento que eleva el salario básico de un trabajador a $597.000 desde enero, y a $737.000 desde febrero. Además, se estableció un viático de $3.415 por día trabajado en enero, sumando casi $82.000, y en febrero esta cifra se eleva a $4.215, totalizando unos $101.000 en todo el mes. Además, se acordó un pago único de $390.000, desglosado en $140.000 en febrero y $250.000 en marzo.
En la reunión, Fatap declaró que no pueden presentar ninguna propuesta respecto a la demanda de aumento salarial y advirtió sobre la exclusión del transporte del interior como una actividad económica relevante para el Gobierno Nacional. Esto es preocupante ya que implica que el sector no recibirá los fondos del Fondo Compensador, ni siquiera los montos establecidos para el año 2023. Fatap aseguró que el Gobierno Nacional adeuda al sector la suma de $20.500 millones correspondientes al Fondo Compensador de 2023.
En cuanto a la adhesión al paro, el secretario general de UTA Tucumán, César González, confirmó la participación del gremio en la provincia en la medida de fuerza. A pesar de reconocer los esfuerzos del gobierno provincial, González subrayó que la medida es de alcance nacional y destacó que la única manera de levantar el paro es mediante la declaración de una conciliación obligatoria.