Bajo la consigna «Tucumán, capital nacional del ñoqui y la trampa», el partido CREO llevó a cabo una acción frente a la Legislatura, distribuyendo bandejas de la característica pasta que simboliza a aquellos contratados que reciben salarios sin realizar labores. En este contexto, el partido presentó nuevamente un pedido de informes con el objetivo de esclarecer cómo se utiliza el presupuesto en la provincia.
Rafael López Guzmán, destacado dirigente del partido, hizo hincapié en la necesidad de poner fin a las artimañas políticas, instando a la clase política tanto del oficialismo como de la oposición a asumir la responsabilidad de tener la Legislatura más costosa del país. Además, denunció la falta de transparencia, así como los preocupantes niveles de inseguridad, educación deficiente, infraestructura precaria y una pobreza alarmante en la provincia.
Paula Omodeo expresó su preocupación sobre la viabilidad de la provincia bajo las actuales reglas de juego. Afirmó que el gasto no disminuirá significativamente y las condiciones no mejorarán a menos que se cumplan las promesas de reformar la constitución y el sistema electoral.
Mercedes Moraiz respaldó las declaraciones de sus colegas, subrayando que ingresaron a la política con la determinación de no permitir que persistan las mismas prácticas. Exigió que la clase política renuncie a sus privilegios.
Gustavo García, por su parte, valoró los recortes propuestos por el gobernador, pero instó a que se deje de presionar a los productores, comerciantes, emprendedores y familias que, según él, no pueden seguir sosteniendo un estado que considera excesivo e ineficiente.
Julio Jiménez dirigió sus críticas hacia los legisladores de la oposición, señalando que proponen proyectos de transparencia sin revelar la cantidad de asesores que tienen y cuánto le cuestan a los tucumanos. En lugar de abordar estas cuestiones, acusó que buscan aumentar sus propios salarios./Fuente:La Gaceta