En el marco de la movilización de jubilados que tuvo lugar frente al Congreso y que terminó con serios incidentes, varios periodistas que cubrían los hechos fueron víctimas de agresiones por parte de manifestantes, entre ellos integrantes de barras bravas. Manuel Jove, cronista del canal TN, sufrió ataques directos mientras intentaba informar sobre lo que sucedía en el lugar. Además, su colega Santiago Martella recibió el impacto de dos botellazos lanzados por algunos de los asistentes a la protesta.
El equipo periodístico de TN, con Jove a la cabeza, llegó a la zona del Congreso alrededor de las 17:00 horas con el propósito de registrar los acontecimientos. Sin embargo, el trabajo periodístico se tornó imposible debido a la hostilidad de ciertos grupos que participaban de la movilización. Ante la creciente agresividad, Jove se vio obligado a apartarse de la zona de conflicto, mientras efectivos policiales lo escoltaban para resguardar su integridad.
Más tarde, cuando intentó retomar su cobertura de los disturbios, volvió a ser blanco de ataques por parte de algunos manifestantes. En un momento crítico, rodeado por personas que lo increpaban, intentó defenderse argumentando: «Estoy acá laburando», mientras varios manifestantes lo hostigaban con insultos. En un intento por calmar los ánimos y continuar con su labor, el periodista les preguntó: «¿Quieren que mostremos lo que pasa acá o no?». Sin embargo, su apelación al diálogo no logró frenar la violencia, y pronto comenzó a ser empujado, lo que le impidió seguir con la transmisión en vivo.
Reacciones de organismos periodísticos ante las agresiones
Tras conocerse los hechos de violencia sufridos por los periodistas en medio de la cobertura, la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) emitió un comunicado en el que expresó su repudio a los ataques contra Manuel Jove y otros profesionales de la prensa. «Repudiamos las agresiones a los periodistas Ramiro Fornataro, de LN+, y Manu Jove, de TN, mientras cubrían los incidentes en Plaza Congreso. Ambos cronistas fueron agredidos por manifestantes en las inmediaciones del Congreso, mientras cubrían la movilización de jubilados, a la que asistieron también militantes políticos y barras de fútbol», publicó la organización a través de su cuenta en la red social X.
Por su parte, el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) también se pronunció en contra de la violencia que tuvo lugar en los alrededores del Congreso. En su comunicado, la entidad expresó: «El Foro de Periodismo Argentino (FOPEA) repudia enérgicamente los hechos de violencia registrados en las inmediaciones del Congreso de la Nación en la marcha de jubilados de cada miércoles. FOPEA exige el respeto irrestricto a la tarea de los periodistas y a las autoridades la garantía de preservar la integridad de los trabajadores de prensa, así como la posibilidad de desarrollar su labor sin ser víctimas de hostigamientos o agresiones».
FOPEA condena la violencia en la protesta cerca del Congreso y exige una investigación por la grave agresión al fotógrafo Pablo Grillo, internado en estado crítico tras ser impactado por un cartucho de gas lacrimógeno. Imágenes muestran que Grillo fue alcanzado mientras tomaba una foto. Se pide esclarecer el hecho y determinar responsabilidades. FOPEA reafirma que el periodismo no debe ser criminalizado ni puesto en riesgo y exige al Gobierno garantizar la seguridad de los trabajadores de prensa. También reclama a Seguridad y a la Justicia que investiguen los abusos y sancionen a los responsables.
Además, la organización hizo referencia a otros trabajadores de prensa que también resultaron afectados por los disturbios: «En esta ocasión, lamentablemente, presenciamos nuevos episodios de represión y de violencia. En medio de la cobertura, periodistas de diversos medios resultaron agredidos físicamente. Algunos de los episodios que pudimos registrar son los casos de: Gabriela Navarra (freelance) herida con balas de goma, uno de los camarógrafos de TN con un ojo herido, Carla Ricciotti (LN+) quien estaba hablando y tuvo que salir del aire porque era difícil respirar por los gases lacrimógenos. Al mismo tiempo, otros sufrieron los embates de los manifestantes, como le ocurrió a Manu Jove (TN)».
En la última parte de su mensaje, FOPEA subrayó la importancia de la labor periodística en una sociedad democrática y llamó a las autoridades a tomar medidas urgentes para evitar que este tipo de hechos se repitan. «Reiteramos que nada se construye con violencia. FOPEA se solidariza con los y las periodistas afectados y reitera su reclamo para que se respeten la función fundamental de la prensa en democracia. Asimismo, instamos a las autoridades a actuar con celeridad para investigar y sancionar estos hechos, garantizando un ambiente seguro para que los trabajadores de prensa puedan desempeñar su tarea con libertad y sin temor a represalias. Es imperativo que el ejercicio periodístico sea protegido y valorado como un pilar esencial en el fortalecimiento de nuestras instituciones democráticas. La libertad de expresión es un derecho innegociable de la democracia, y su ejercicio no debe ser obstaculizado ni puesto en riesgo por actos de violencia», concluyó la organización en su pronunciamiento.