Tras el escándalo que desataron las imágenes que registraron los besos entre Mariel Suárez y Cristian «Mai» Bustos, la jueza dio su versión de los hechos.
Tras el escándalo que desataron las imágenes que registraron los besos entre la jueza Mariel Suárez y Cristian «Mai» Bustos, el preso que fue condenado a 20 años de cárcel por el homicidio de su bebé de 9 meses y por el de un policía que intentó detenerlo cuando estaba prófugo en 2009, la doctora sostuvo que ella «estaba haciendo un trabajo académico» y desmintió cualquier tipo de contacto con el condenado.
«Yo estaba haciendo un trabajo académico», argumentó Suárez esta mañana, y continuó: «Me produce lástima las personas que analizan imágenes fuera de contexto». Según la protagonista del escándalo en la provincia de Chubut, su cometido es escribir un libro sobre la historia del asesino y su familia. «De alguna manera necesito arrancar, para aprovechar la feria y poder ofrecer este producto a distintas editoriales», argumentó.
“Estábamos tomando mate, sí. Le llevé comida. Pero en ningún momento nos besamos”, señaló la jueza, que aseguró que visitó al detenido en calidad de “investigadora” por su interés de escribir en un libro la historia de Bustos, aún no escrito pero ya titulado “Los cuatro de Corcovado”.
Sobre su desempeño en el juicio, Suárez remarcó que como jueza sí lo consideró culpable del homicidio del policía Leonardo Tito Roberts, que participó del operativo para detenerlo en su casa tras fugarse de la comisaría de Corcovado, pero que solamente solicitó “una pena menor” a partir de supuestas irregularidades por parte de la fuerza en la investigación del hecho.
“Soy una persona que me dedico a la parte académica. Me surgió la posibilidad de hacer un libro con esta persona por la historia que tiene porque es un hecho donde hubo una limpieza de la escena del crimen por parte del personal policial y una posterior represión. Por eso mi voto”, explicó.
Y continuó: “Se me ocurrió a partir del contacto que tuve con la causa realizar un libro cuando me desvinculé del caso. Para poder tomar contacto con su vida, su historia, su versión de los hechos, que yo entendí creíble en el debate. No tengo una relación sentimental. Es la segunda vez que lo veía. Teníamos que mantener mucha privacidad por la índole de lo que estábamos hablando”.