Luego de una intensa jornada marcada por nuevas escenas de represión frente al Congreso de la Nación, se confirmó la liberación de Tomás Cuesta, reportero gráfico que había sido apresado mientras documentaba la manifestación de jubilados convocada ese día. Cuesta se encontraba realizando tareas de cobertura para la agencia internacional France Press cuando fue detenido por efectivos de las fuerzas de seguridad.
La noticia sobre su liberación fue comunicada por el periodista Fernando Soriano a través de su cuenta en la red social X. Allí, detalló que la Justicia porteña optó por no convalidar la aprehensión del fotógrafo, a diferencia de lo ocurrido con otro trabajador de prensa cuya detención sí fue ratificada. En el caso de Cuesta, se había considerado inicialmente la posibilidad de imputarlo por los delitos de desobediencia o resistencia a la autoridad. No obstante, al analizar las circunstancias, el Ministerio Público Fiscal concluyó que no existían elementos suficientes para sostener tales cargos, y dispuso su inmediata excarcelación.
La forma en que se produjo la detención de Cuesta quedó registrada tanto por medios televisivos como por usuarios de redes sociales. Un móvil del canal C5N captó el instante en que varios agentes —entre ellos miembros de la Policía Federal y de Gendarmería Nacional— lo redujeron en el suelo y lo esposaron. Las imágenes muestran cómo al menos una decena de uniformados rodean al fotógrafo, quien intentaba identificarse como trabajador de prensa en pleno ejercicio de su labor.

Otros videos que se difundieron en plataformas digitales retratan un momento aún más alarmante: en una de las grabaciones, se observa a un gendarme inmovilizando a Cuesta en el piso mientras le presiona la cabeza con la rodilla. En medio de la situación, se escucha al reportero gritar con desesperación: “¡Me estás lastimando, hijo de puta! ¡Soltame! Estoy trabajando para Amnistía Internacional”.
Pese a sus intentos por aclarar su identidad profesional, los agentes no detuvieron el procedimiento. “¿Me podés soltar? Te muestro la credencial, soltame. No le pegué a nadie, tengo todo filmado. Estás confundido, no tengo nada”, exclamaba mientras era esposado por los oficiales, según se escucha en los registros audiovisuales. Diversos testigos que presenciaron la escena aseguraron que Cuesta no estaba involucrado en ningún acto de violencia, y que su accionar se limitaba a tareas propias de un fotógrafo de prensa, cumpliendo su rol en un contexto de cobertura informativa.
La liberación de Cuesta reavivó el debate en torno al tratamiento que reciben los trabajadores de prensa durante operativos represivos en manifestaciones públicas, y puso bajo la lupa nuevamente el uso desmedido de la fuerza por parte de las fuerzas de seguridad en territorio porteño.
