Este miércoles 15 de marzo, en el Centro Judicial Monteros, se dio inicio al juicio oral y público seguido contra Bruno Carmelo Ciolfo, Darío Martín Romano y Guillermo Gustavo Fernández, acusados de protagonizar un violento asalto en una vivienda en Famaillá.
Eran miembros de la policía provincial (fueron exonerados de la fuerza), cuando el 19 de febrero de 2022, vestidos con sus uniformes, habrían llevado a cabo la entradera en la casa de un hombre, ubicada en la zona conocida como loteo Ferraioli. Las cámaras de seguridad del domicilio registraron el accionar de los uniformados que, apuntando con sus armas, amenazaron al dueño de casa y se llevaron dinero en efectivo.
La causa fue investigada por la Unidad Fiscal de Investigación y Enjuiciamiento de Delitos contra la Propiedad de Monteros, a cargo de Mónica García de Targa. En cuanto a la calificación legal, Ciolfo y Romano están imputados como coautores del delito de robo triplemente agravado por el uso de arma de fuego, por ser en poblado y en banda, y por ser los encartados miembros integrantes de la fuerza de seguridad policial.
Fernández, en tanto, recibió la misma calificación legal pero en carácter de partícipe necesario. En este sentido, la fiscal sostiene que sin la intervención de este último no se hubiese podido materializar el atraco. Para los tres, el Ministerio Público Fiscal pretende condenas de 20 años de cárcel.
Un plan criminal
Durante la primera audiencia del debate oral y público, el auxiliar de fiscal Bernardo Sassi expuso el caso y detalló las pruebas reunidas. Entre ellas figuran decenas de testimonios, análisis de registros fílmicos e informes periciales elaborados por el departamento de informática forense del Equipo Científico de Investigaciones Fiscales (ECIF).
Luego prosiguió con el alegato de apertura de la fiscalía. “Los acusados, con absoluta impunidad, cometieron este hecho gravísimo. Todos eran miembros de la fuerza al momento del hecho y lejos de lo que se espera de los agentes de seguridad, llevaron a cabo este ilícito a plena luz del día y en un lugar que es poblado. Usando sus uniformes, apuntaron con sus armas y amenazaron a la víctima”, comenzó diciendo el representante del MPF.
Por otro lado, indicó que el atraco se trató de una empresa diagramado y planificada por los imputados que requirió un trabajo de inteligencia previa. “Esto no fue al azar ni un hecho al voleo. Han estudiado la zona y los movimientos de la víctima”, señalo Sassi que pidió un castigo ejemplar para los tres. “Es inadmisible que miembros de las fuerzas del estado, los policías, se sirvan de aquella digna condición para cometer hechos ilícitos. Por eso debemos dar una señal clara a nuestra sociedad que este tipo de accionar no puede ni debe ser tolerado y que deben ser condenados”, concluyó.
La jornada inicial continuó con las declaraciones testimoniales del hombre dueña de casa y damnificado en la causa, quien relató lo vivido ese día, exposición que fue reforzada por los videos de las cámaras de seguridad de la vivienda, donde se pudo observar la maniobra de los acusados. También prestaron declaración una vecina y un efectivo de la policía que recibió la denuncia. Para esta tarde se espera que terminen de declarar el resto de los testigos propuestos por las partes.
La teoría del caso
Según la acusación, el día sábado 19 de febrero de 2022, cerca de las 11 horas, Bruno Carmelo Ciolfo, Dario Martín Romano y otros dos sujetos desconocidos, ingresaron al domicilio de un hombre mientras este cerraba el portón. Apuntándolo con sus armas, lo amenazaron y se llevaron dinero en efectivo. Momentos antes, la víctima, de 37 años, había recibido la visita de Guillermo Gustavo Fernández (conocido suyo y también policía) que según dijo fue hasta su casa a advertirle que lo iban a asaltar.
Luego de que este se retirara se produjo la entradera. En las imágenes aportadas por las cámaras de seguridad del domicilio se puede ver cómo los uniformados se mueven por los alrededores de una pileta, mientras el dueño de la casa intenta escapar del lugar, momento en que los acusados se fugaron con $20.000 en efectivo que sacaron de un auto estacionado en el garage.