El menos padecía de un cáncer de vejiga (rabdomiosarcoma), localizado y de alto riesgo por su ubicación.
El hospital de Niños Jesús, mediante una articulación entre sus servicios y la colaboración de un especialista de Buenos Aires, pudo efectuar una intervención que solo se realiza a nivel mundial en centros de primer nivel.
El niño de 3 años padecía de un cáncer de vejiga (rabdomiosarcoma), localizado y de alto riesgo por su ubicación. Había sido diagnosticado y tratado en el hospital desde hace 18 meses. Durante su tratamiento oncológico realizó quimio y radioterapia, sin embargo una pequeña parte del tumor continuaba en su vejiga.
Al respecto, Daniel Solorzano, Hemato-oncólogo del efector, contó: “Se trata de un paciente que estaba en seguimiento desde su diagnóstico, nuestro servicio le había realizado los tratamientos oncológicos adecuados y quedó con una pequeña porción de tumor, que sólo podía abordarse con cirugía. Para ello fue muy importante el abordaje multidisciplinario con los equipos que trabajan en el hospital y sobre todo con el servicio de urología”
Al mismo tiempo que agregó: “Antes ésta hubiera sido una cirugía que solo se realizaba en un centro de alta complejidad en Buenos Aires. Hoy gracias a la capacidad de nuestro hospital en cuanto a profesionales e infraestructura decidimos realizarlo en nuestra provincia. Un paciente de estas características requiere ciertos cuidados y nos pareció que exponerlo en época de pandemia no era la mejor opción. También quisimos evitar el desarraigo del paciente y su familia.”
“Es importante mencionar el apoyo de su familia, siempre estuvo muy presente y dispuesta a cumplir con todas las indicaciones necesarias. La intervención se llevó a cabo el viernes pasado, con el equipo de urología y un colega especializado de Buenos Aires, el doctor Roberto Castera, jefe servicio de Urología Infantil de hospital Ricardo Gutiérrez. Afortunadamente el post operatorio del niño es muy bueno y actualmente se encuentra en una sala de cuidados oncológicos de menor complejidad, con muy buena evolución”, afirmó Solorzano.
Por su parte, Carlos Alberto Gargiulo, Urólogo Infantil y jefe del servicio de Urología del hospital del Niño Jesús, detalló: “La cirugía fue programada y tratada entre varios equipos dentro de un trabajo interdisciplinario. Nos enfrentábamos a un tipo de patología no muy frecuente ni habitual, es por esto que requirió de una planificación especial y tomar en cuenta ciertas medidas, desde el punto de vista preoperatorio, quirúrgico y finalmente el postoperatorio”.
Asimismo Gargiulo explicó que dada la baja regularidad e incidencia de esta patología, necesitaban tener el soporte de alguien que esté más habituado a realizar con mayor frecuencia estas intervenciones. “Es por esto que pedimos la asistencia del jefe de Urología Infantil del hospital Ricardo Gutiérrez, Roberto Castera. Si bien considerábamos que nuestro hospital tiene hoy la complejidad suficiente desde el punto de vista del personal médico, enfermeros e infraestructura necesitábamos de la colaboración de este profesional y del grandioso esfuerzo que se requirió para traerlo a la provincia”, afirmó.
“La cirugía duró 5 horas y se la cataloga de muy alta complejidad, ya que se extrae la vejiga y próstata de manera completa. Es una gran disección y afortunadamente sin evidencia de que haya quedado tumor residual, es decir que fue una exéresis totalmente completa. Una vez que se realiza la resección los uréteres, es decir los tubitos que traen la orina desde los riñones hacia la vejiga, se los deriva y coloca dentro del intestino. Lo que significa que ahora, la orina va a ir directamente al intestino y cuando él niño se siente para evacuar también hará la pis por el recto”, explicó Gargiulo.
Del mismo modo que resaltó que la dimensión del procedimiento es formidable ya que no es frecuente, ni habitual. “Nosotros al tener todas las condiciones, como ser la obtención del instrumental necesario, los enfermeros, el personal de la terapia, es decir todo un grupo humano muy bien predispuestos, lo único que nos faltaba era alguien sumamente experimentado en la materia, que nos ayudara a llevar adelante este propósito. Ventajosamente hoy el paciente cumple 5 días de postoperatorio y se encuentra recuperándose muy bien, caminando y esperando volver a sus tareas habituales”.
Por último el especialista resaltó que la idea era recuperar al paciente para que lleve un estilo de vida normal con sus condiciones adaptadas como la de cualquier otro niño. “El único cambio en su vida será, que cuando vaya al baño a evacuar su intestino, va a evacuar también la orina, esa será la diferencia que existirá al respecto de lo que llamamos ‘normal’, pero en definitiva tendrá una realidad adecuada a la normalidad. Podrá ir a la escuela, jugar con otros chicos, hacer deportes, sin embargo deberá cumplir con ciertos controles médicos”, finalizó.
Asimismo la Sub directora del efector, subdirectora técnica, bioquímica Inés Josefina Gramajo, comentó: “Es un orgullo nuevamente demostrar lo que el hospital es capaz de hacer. Es gratificante contar con un referente del hospital Ricardo Gutiérrez, además de tener el recurso humano y la infraestructura que poseemos. Cabe destacar el apoyo del Ministerio de Salud Pública y del doctor Luis Medina Ruiz porque su ayuda fue fundamental. Para que el doctor Roberto Castera pueda participar de la intervención, hubo que autorizar su matrícula y en ese sentido la colaboración que nos brindó el ministro fue esencial”.