La seccional Cuarta de Policía fue el escenario de un impactante testimonio presentado en un tono de denuncia por un joven, identificado como S para proteger su identidad, quien afirmó ser víctima de abuso, atribuyéndolo a una mujer trans con la que compartió una reunión durante el fin de semana.
Según relató S, el viernes en la madrugada, mientras estaba bebiendo en su casa, llegó F, la mujer trans a la que denunció y con la que mantenía una amistad. Acompañada por otros dos vecinos del barrio San Cayetano, todos se sumaron a la reunión improvisada y compartieron bebidas con la víctima en la cocina de su casa.
Lo único que S recuerda es que tomaron tres cervezas y que después despertó a las 16 horas en su habitación, sintiendo dolor y sin saber a qué se debía. Tras levantarse, se vistió y fue hacia la casa de su hermana. Durante el trayecto, se encontró con un vecino que lo saludó con una «cargada» relacionada con el incidente.
S respondió con otra broma, pero al darse cuenta de que desconocía el contexto de la broma, el vecino lo llamó y le mostró un video en el que, mientras el joven dormía, la mujer trans lo agredió sexualmente. S expresó que no pudo ver el video completo y, enfadado, corrió a buscar a la denunciada a su domicilio, pero no la encontró.
En el momento, sintiéndose impotente, ingresó a la vivienda sin permiso, y el padre de F lo corrió, pidiéndole que se retirara y que no causara más problemas. Sin contarle nada de lo sucedido, S se dirigió a la comisaría para presentar la denuncia, y la Unidad Fiscal de Delitos contra la Integridad Sexual intervino en el caso.
S afirmó haber sufrido un escarnio ya que el video de su abuso se compartió en varios grupos y llegó a manos de conocidos. Además, especula que podrían haber adulterado su bebida con algún fármaco que lo dejó inconsciente mientras era sometido.