La sesión en la Cámara de Diputados, que culminó con la media sanción del proyecto de Ficha Limpia, estuvo marcada por momentos de alta tensión y enfrentamientos verbales. Uno de los episodios más llamativos fue el cruce entre Germán Martínez, jefe del bloque K, y Martín Menem, presidente de la Cámara baja, que terminó con una inusual invitación a pelear por parte del legislador santafesino. «En donde sea, en Segurola y Habana», lanzó Martínez a Menem, en una frase que hace referencia al famoso enfrentamiento entre Diego Maradona y Julio César Toresani durante el regreso del astro al fútbol argentino.
Martínez, al ser consultado sobre su reacción, explicó que la frase le vino a la mente en el momento y reconoció que «se le saltó un poquito la térmica». Justificó su comportamiento argumentando que los diputados de la oposición están expuestos a un clima de «violencia, descalificación, agravio y avasallamiento» que refleja lo que muchos argentinos viven en su vida cotidiana. «A veces las procesamos de manera virtuosa y, a veces, como seres humanos, se nos salta un poquito la térmica», señaló el legislador, quien pidió que no se magnifique el episodio. Para contextualizar su punto, recordó que, en el pasado, los conflictos en el Congreso llegaban a extremos como duelos entre legisladores. «Hace 90 años, en la Cámara de Diputados y el Senado, los legisladores se invitaban a duelo», afirmó. Además, mencionó otros momentos históricos de tensión, como los debates durante las privatizaciones de los años 90 o el botellazo que un diputado entrerriano de la UCR le tiró a Agustín Rossi en 2001.
El cruce entre Martínez y Menem ocurrió al inicio de la sesión, cuando el jefe del bloque K solicitó la palabra para plantear una cuestión de privilegio contra el presidente de la Cámara. «¿Me da la palabra? Deme la palabra. Es contra usted por lo que acaba de hacer», reclamó Martínez, aunque Menem mantuvo el micrófono apagado y no le permitió intervenir. «¿Qué está pasando pre…? ¡Presidente!», insistió el diputado, pero Menem continuó sin cederle el espacio. Más tarde, Martínez logró intervenir gracias a la diputada Mónica Litza, quien le cedió su turno. En ese momento, argumentó que, como jefe de bancada, tenía derecho a hablar cuando se vulneraban los privilegios de su bloque. «Nos tiene que dar la palabra. No importa si se generó una mayoría para no poder hablar de nada, está totalmente equivocado, déjeme hacer la cuestión de privilegio», sostuvo.
Menem, por su parte, se limitó a responder que había un «orden» y un «plan de labor» previamente votado por los diputados. Durante la transmisión, se escucharon gritos y murmullos, pero no se captó el momento en que Martínez se acercó al estrado para desafiar a Menem. Sin embargo, el video del diputado utilizando la frase «Segurola y Habana» rápidamente se viralizó en redes sociales.
Al día siguiente, Martínez volvió a referirse al incidente, defendiendo su reacción y destacando su rol como militante político. «Yo soy un militante político antes de ser diputado nacional, y me corre sangre por las venas como cualquier compañero. Cuando sentimos que hay una injusticia, reaccionamos, y a veces reaccionamos mejor y a veces peor», afirmó. Este episodio no solo refleja la intensidad de los debates en el Congreso, sino también el clima de polarización y confrontación que caracteriza a la política argentina en la actualidad.