El Gobierno Nacional ha informado sobre una nueva reducción de personal en el Ministerio de Salud, en la que se ha decidido no renovar los contratos de 1400 trabajadores, como parte de un proceso de «reestructuración» del área encabezada por Mario Lugones. Esta decisión se enmarca dentro de un plan más amplio que también incluye un recorte del 30% en cargos políticos, implementado a principios de año. Según un comunicado del ministerio, esta medida no afectará el funcionamiento habitual de las tareas que realiza la cartera sanitaria.
El anuncio de estos despidos se produjo luego de una denuncia realizada por el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, quien expresó su preocupación por el cierre de áreas clave, especialmente aquellas encargadas de enfrentar epidemias. Según Kreplak, el Ministerio de Salud nacional ha cerrado varias direcciones importantes, entre las que se incluyen las de Géneros y Diversidad, Recursos Físicos, Municipios y Comunidades Saludables, Investigación en Salud, Interoperabilidad, Estándares y Desarrollo, Integración del Sistema de Salud, Equipamiento Médico, Arquitectura Sanitaria, Salud Familiar, Asistencia Directa por Situaciones Especiales, Uso Apropiado de Antimicrobianos, Zoonosis, Tuberculosis y Lepra, Hepatitis Virales, Integración de Información Sanitaria y Vigilancia Epidemiológica por Laboratorios.
Además, fuentes oficiales confirmaron que los 1400 contratos que no serán renovados incluyen, además del Ministerio de Salud, a otras instituciones como PAMI, el Hospital Español, el Hospital Bonaparte, el Hospital Sommer, el Hospital Posadas, el Hospital René Favaloro, el Hospital Cuenta Alta, el Instituto Nacional del Cáncer, la Superintendencia de Servicios de Salud, Sedronar, Andis, Anlis-Malbrán, Anmat y el Inareps.
El Gobierno explicó que la optimización de los recursos humanos en el Ministerio de Salud y sus organismos descentralizados se está llevando a cabo en el marco de un reordenamiento estructural, con el objetivo de corregir irregularidades en la contratación de personal durante la gestión anterior, evitar duplicación de funciones y corregir el incumplimiento de tareas. Estas medidas buscan garantizar la transparencia en la gestión pública y mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, en línea con uno de los objetivos clave del Ministerio de Salud: ser más eficientes y cuidar los recursos del Estado en beneficio de todos los argentinos.
Cabe recordar que, en octubre, el Gobierno también había anunciado una reestructuración del Hospital Laura Bonaparte, lo que provocó una fuerte reacción por parte de los trabajadores y sindicatos del sector salud, quienes denunciaron la intención de cerrar este hospital especializado en salud mental. La protesta de los trabajadores llegó hasta las puertas de la Casa Rosada, lo que llevó a la creación de una «mesa de trabajo» con el personal del hospital y a la posterior aclaración de que no se llevaría a cabo el cierre de la institución.
El proyecto de rechazo a la decisión del Ejecutivo fue ponderado por el diputado nacional y médico Pablo Yedlin, quien en su cuenta de X escribió: «El cierre de las coordinaciones de Tuberculosis, Lepra y hepatitis virales por el @MinSalud_Ar no tiene objetivo fiscal, mucho menos sanitario. Estas enfermedades son prevalentes y graves, perder el control sobre ellas es otro ERROR ( ideológico) NO forzado. #HabraConsecuencias», sentenció.
