En breve, el presidente Javier Milei volverá a empacar sus maletas. Su anticipado viaje a Silicon Valley y la reunión con el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, constituirán el séptimo desplazamiento internacional desde su llegada a la Casa Rosada. Este periplo, que comenzará la noche del lunes, incluirá una parada confirmada en El Salvador para la ceremonia de asunción de Nayib Bukele, y dará inicio a un mes que también lo llevará a Europa, donde asistirá a la reunión del G7 en Italia y visitará España, Suiza y Alemania.

Con ocho viajes en seis meses, ninguno de ellos a países vecinos de la región, Milei se posiciona como el presidente argentino más viajero desde el retorno de la democracia en diciembre de 1983. Además de la cantidad, resalta el propósito de sus desplazamientos, con una clara preferencia por Estados Unidos (cinco de los ocho viajes) y varios de ellos relacionados con intereses religiosos o la recepción de premios de diversas instituciones, sin reuniones con otros jefes de Estado.
«Todos son viajes oficiales, los privados los financia de su bolsillo», afirman desde la Casa Rosada, aunque una revisión de los viajes de sus predecesores revela motivaciones considerablemente diferentes.
Raúl Alfonsín, después de un primer viaje oficial a Venezuela y Colombia en febrero de 1984, realizó su primera visita de Estado en junio de ese año a España, donde se reunió con el presidente Felipe González y el Rey Juan Carlos, y visitó el pueblo natal de sus abuelos en Galicia.
Carlos Menem, más activo que Alfonsín, inició su serie de viajes el 6 de agosto de 1989, un mes después de asumir la presidencia, asistiendo a la asunción de Jaime Paz Zamora en Bolivia. En septiembre, participó en la Cumbre de los No Alineados en Belgrado, retirando a Argentina del grupo con un contundente discurso. Su tercer viaje lo llevó a Washington, siendo el primer presidente peronista en visitar Estados Unidos, y en octubre visitó Costa Rica y Nicaragua, donde se reunió con Daniel Ortega.
Fernando de la Rúa, quien asumió en diciembre de 1999, eligió como primer destino internacional la capital de Suecia, Estocolmo, para participar en un foro sobre el Holocausto. Luego asistió al Foro Económico de Davos en Suiza y a una cumbre en Berlín, finalizando su segundo gran viaje con un encuentro con el presidente estadounidense, Bill Clinton.
Eduardo Duhalde, que asumió en enero de 2002, solo realizó un viaje internacional en sus primeros seis meses, asistiendo a una cumbre en Monterrey, México, sobre financiamiento para el desarrollo.
Néstor Kirchner, que asumió en mayo de 2003, enfocó su política exterior en la región. En sus primeros seis meses, visitó Brasil, asistió a dos cumbres del Mercosur en Asunción, y realizó una gira por Londres, España y Francia, además de participar en la asamblea de la ONU y visitar Uruguay.
Cristina Kirchner, sucesora de Néstor, también priorizó la región en sus primeros viajes. En sus primeros seis meses, viajó a Haití, República Dominicana, Venezuela, Francia, Ecuador, Perú, Brasil e Italia.
Mauricio Macri, que asumió en diciembre de 2015, adoptó un enfoque diferente, buscando reintegrar a Argentina en el escenario global. Sus primeros viajes incluyeron la Cumbre del Mercosur en Asunción, una visita a Uruguay, la Cumbre de Davos, un encuentro con el Papa Francisco y una reunión con el presidente estadounidense, Barack Obama.
Alberto Fernández, antes de la pandemia de coronavirus, realizó su primer viaje oficial a Israel y Europa en enero de 2020, incluyendo una visita al Papa Francisco en el Vaticano.
Javier Milei, en sus primeros 180 días, ha realizado viajes a Davos, Israel, el Vaticano, tres visitas a Estados Unidos (Miami, Los Ángeles, Washington) y recientemente a España. Estos desplazamientos han sido mayormente controversiales y han generado debates sobre sus prioridades en política exterior.
