Karina Milei, quien ocupa el cargo de secretaria general de la Presidencia y es además hermana del presidente, decidió no continuar con la medida cautelar que había sido dictada por el juez civil y comercial federal Alejandro Maraniello. Esa resolución judicial había establecido la prohibición de difundir públicamente una serie de audios que se le atribuyen y que habrían sido grabados dentro de la Casa Rosada.
La funcionaria realizó una presentación formal ante el magistrado en la que expresó su voluntad de desistir de aquella protección judicial. Cabe recordar que la medida había generado fuertes repercusiones: fue apelada por empresarios de medios de comunicación, distintos periodistas y también cuestionada por asociaciones de abogados que consideraban que podía afectar la libertad de expresión.
El caso tomó impulso a raíz de la apelación iniciada por Jorge Fontevecchia, lo que llevó a Karina Milei a presentar un escrito en el que, aunque se retiraba de la cautelar, subrayó que de todas formas existe una investigación penal en curso vinculada con la filtración de dichos audios.
En el documento presentado, sus representantes legales señalaron que las grabaciones que circularon no comprometen la “seguridad nacional” y recordaron que ya se había radicado una denuncia penal en la Justicia federal. Esa causa quedó en manos del fiscal Carlos Stornelli.
Al mismo tiempo, la presentación judicial enfatizó que los audios en cuestión habrían sido obtenidos de manera “ilegal” y con un objetivo concreto: generar desinformación y ocasionar un perjuicio político a la familia Milei.
