En la tarde del lunes, el presidente Javier Milei llevó adelante en la Casa Rosada la grabación de la cadena nacional que será transmitida a las 21 horas, con el propósito de dar a conocer el Presupuesto 2026. Según trascendió de fuentes oficiales, la filmación tuvo una duración cercana a los 20 minutos.
El vocero presidencial, Manuel Adorni, fue el encargado de difundir la novedad a través de sus redes sociales. “Por comenzar la grabación del discurso por la presentación del Presupuesto 2026 en el Salón Blanco de Casa Rosada”, escribió en un posteo que acompañó con una fotografía en la que se observa al mandatario junto al ministro de Economía, Luis Caputo, y al diputado José Luis Espert.
La exposición de Milei se inscribe en el marco del cumplimiento del artículo 26 de la Ley de Administración Financiera (24.156), normativa que estipula que el Poder Ejecutivo tiene la obligación de enviar el proyecto de presupuesto general de gastos y recursos a la Cámara de Diputados antes del 15 de septiembre del año anterior a su aplicación.
Desde que La Libertad Avanza asumió el poder en diciembre de 2023, el Gobierno ha gestionado sin contar con un presupuesto propio. En efecto, ha transcurrido ya su segundo año de gestión valiéndose de la prórroga de la “ley de leyes” de 2023. Apenas la semana pasada, el Ejecutivo introdujo modificaciones sobre ese texto legal, con incrementos superiores a los $4.500 millones destinados a obras de infraestructura vial en rutas nacionales de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, un gesto interpretado como un acercamiento a los gobernadores.
Los ejes del Presupuesto 2026
El proyecto diseñado por el equipo económico contempla una serie de recortes y reasignaciones que marcarán el rumbo fiscal del próximo año.
Entre los puntos más destacados, se plantea la continuidad en la reducción de subsidios, que se ubicarían en el 0,8% del PBI, lo que implica una baja de 0,2 puntos respecto de la proyección para 2025. El objetivo central es disminuir el gasto en los rubros de energía y transporte, considerados por la administración como focos estratégicos de ahorro.
Otro de los aspectos claves será la reducción de transferencias a las provincias y en los fondos correspondientes a Aportes del Tesoro Nacional (ATN). Este ajuste impactará de manera directa en las cuentas provinciales y se perfila como un foco de tensión con los gobernadores, quienes, según se anticipa, esperarán hasta después de las elecciones de octubre para entablar las negociaciones que el propio Milei prometió abrir.
El plan de gastos y recursos incluirá también un reordenamiento de las partidas de inversión pública. En este esquema, se buscará garantizar la continuidad de los proyectos considerados prioritarios en materia de infraestructura crítica, mientras que se aplicarán recortes en aquellas áreas catalogadas como discrecionales.
Un contexto político adverso
La llegada del Presupuesto 2026 al Congreso se da en medio de un escenario político marcado por la conflictividad. Los recientes vetos del presidente a iniciativas parlamentarias que buscaban reforzar el financiamiento universitario y asegurar partidas para pediatría desataron protestas gremiales y manifestaciones sociales, reflejando la tensión existente entre la disciplina fiscal defendida por el oficialismo y las demandas de distintos sectores que reclaman mayor flexibilidad.
A este panorama se suma la debilidad legislativa del Gobierno. La coalición de La Libertad Avanza no cuenta con mayoría en el Congreso, lo que convierte la aprobación del Presupuesto en un desafío político. Se anticipa que las disposiciones más estrictas, en particular las vinculadas a educación y salud, podrían ser blanco de modificaciones o resistencias por parte de la oposición.
En este escenario, la cadena nacional de Milei no solo busca dar cumplimiento formal a la ley, sino también enviar un mensaje político en un momento en que su gestión intenta equilibrar la búsqueda de gobernabilidad con la estricta aplicación de su plan de ajuste fiscal.