Luego de que la Cámara de Diputados ratificara el veto presidencial a la reforma jubilatoria, Javier Milei emitió un mensaje lleno de satisfacción y firmeza a través de su cuenta en la red social X. Con un tono triunfante, expresó: «Hoy, 87 héroes detuvieron a los fiscales corruptos que intentaron destruir el superávit fiscal que los argentinos, con tanto esfuerzo, logramos conseguir». En sus palabras, destacó la importancia de la decisión, subrayando que la defensa del superávit fiscal es crucial para la estabilidad económica del país.
Milei no se detuvo ahí y continuó criticando a quienes impulsan medidas que, según él, solo buscan debilitar al gobierno. Señaló que «los políticos siguen creyendo que los argentinos somos ingenuos y no percibimos sus maniobras malintencionadas para desestabilizar a un gobierno que, por primera vez, opta por decir una verdad incómoda en lugar de una mentira conveniente». Subrayó que, para él, el compromiso con el «déficit cero es innegociable», dejando claro que su administración no tolerará ningún desvío en su política de control del gasto público. Cerró su mensaje con su característico grito: «VIVA LA LIBERTAD CARAJO».
Para Milei, el equilibrio fiscal y el manejo responsable de las finanzas públicas son los pilares centrales de su gestión. Su enfoque en mantener un superávit fiscal tiene como objetivo principal estabilizar la economía, reducir la inflación y crear un entorno favorable para un crecimiento sostenible. Esto ha sido una constante en su discurso, ya que considera que el déficit fiscal prolongado ha sido una de las principales causas de la crisis económica que ha afectado a Argentina durante décadas.
Desde la cuenta oficial de La Oficina del Presidente, también se emitió un comunicado destacando el papel de los 87 diputados que apoyaron el veto. Se calificó su labor como “patriótica” al evitar que “un grupo de irresponsables” aprobara medidas populistas que, según el gobierno, habrían comprometido seriamente las finanzas públicas. El comunicado subrayó que el veto de Milei tenía como fin proteger el superávit fiscal, un logro que calificaron de excepcional y que, según ellos, otros gobiernos no habían logrado.
El comunicado explicó con claridad la posición del gobierno respecto al déficit fiscal: «Un déficit perpetuo lleva al colapso de una nación. Cuando el gasto público excede los ingresos, las únicas opciones son aumentar impuestos, emitir más dinero -lo que genera inflación-, o tomar deuda, lo que afecta a futuras generaciones». Además, se hizo hincapié en que la inflación, descrita como un «impuesto no legislado», golpea más fuerte a los sectores más vulnerables, en particular a los jubilados, cuyos ingresos se ven gravemente erosionados por la subida de precios.
Con el apoyo decisivo de un sector de la Unión Cívica Radical (UCR), el oficialismo en la Cámara de Diputados logró mantener el veto presidencial. Para Milei, la reforma jubilatoria propuesta representaba «pan para hoy y hambre para mañana», una medida que en su visión habría generado más inflación y más deuda, comprometiendo el futuro económico del país. Reafirmó que su gobierno no aprobará ninguna política que aumente la inflación, que eleve la carga tributaria para los argentinos o que implique endeudar al país de manera insostenible.
El mensaje concluyó con una advertencia clara: «Cualquier aumento en el gasto público que ponga en riesgo el equilibrio fiscal se encontrará con un muro innegociable en este Presidente y en 87 patriotas del Poder Legislativo. Si es necesario, vetaremos todas las medidas que pongan en peligro el futuro de la nación». Así, Milei dejó en claro que su prioridad seguirá siendo la protección del superávit fiscal, sin concesiones, y que no dudará en usar el poder de veto cuantas veces sea necesario para defender esa política.