Andrés Sauma, conocido como «El carnicero», se encuentra en vísperas de enfrentar un juicio por la muerte de un joven que ingresó a robar a su domicilio, expresando un profundo arrepentimiento por su accionar. Sauma, quien pasó los últimos meses bajo prisión domiciliaria, lamenta su decisión de defender su propiedad y advierte sobre las consecuencias.
“No estoy en condiciones de darle consejos a nadie, pero hoy puedo decirles que piensen dos veces antes de tomar una decisión. Con todo lo que he vivido en estos meses, puedo decir que me mandé una macana por no haber pensado las consecuencias”, afirmó.
El incidente ocurrió el 14 de abril de 2023, cuando Sauma fue alertado por un vecino sobre la presencia de intrusos en una propiedad que estaba reparando para convertirla en su vivienda. Al llegar al lugar, intentó ahuyentar a los invasores golpeando la chapa, pero fue sorprendido por su reacción agresiva. En un momento de temor, disparó su arma pensando en asustarlos, pero el proyectil impactó en el cuerpo de uno de ellos, causándole la muerte.
Al llegar la policía, Sauma no reveló que había sido él quien disparó ni entregó el arma utilizada. Reconoció que cometió un grave error por no contar toda la verdad, lo que resultó en una acusación por homicidio culposo y luego por homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
“Llamé a la Policía y por ignorancia cometí un error: no contarles todo lo que había sucedido realmente”, reconoció.
“Esa fue otra mala decisión que tomé. Por eso digo que me equivoqué y ahora estoy llevando una enorme carga que afecta a toda una familia y a las personas a las que les doy trabajo. Mi vida cambió para siempre por haber tenido miedo, que las autoridades nunca tuvieron en cuenta”, lamentó.
Desde entonces, Sauma ha enfrentado no solo problemas legales, sino también amenazas y ataques a su propiedad por parte de allegados a la víctima. Su casa fue incendiada y los obreros que contratara para repararla también fueron amenazados. Por seguridad, tuvo que mudarse a otra vivienda y aún así sigue recibiendo amenazas.
A pesar de todo, Sauma mantiene su fe en la justicia y espera que su caso se resuelva pronto para poder seguir adelante con su vida. Su mayor deseo es que esta pesadilla termine y poder volver a hacer lo que más le gusta: trabajar.