Marcos “Batore” Caro ha vuelto a la cárcel después de que un juez ordenara su detención y traslado al penal de Villa Urquiza. Allí, deberá cumplir una sentencia de 29 años por un homicidio, por el cual anteriormente había recibido el beneficio de prisión domiciliaria mientras se esperaba la confirmación del fallo.
El 3 de octubre de 2018, Samir Domínguez, de 16 años, fue asesinado a tiros. Este crimen llegó a juicio en 2023, donde el auxiliar fiscal Osvaldo Martínez Terán presentó una acusación contundente contra los imputados.
Según la fiscalía, Marcos “Batore” Caro conducía un vehículo que se detuvo frente a una vivienda en la calle Magallanes al 1.300. Allí, Francisco “Vikunga” Caro bajó del auto, incitado por su hermano Cristian “Bichi” Caro, quien lo alentaba a ejecutar al joven mientras amenazaban a su hermana Mariel, quien intentó ayudarlo sin éxito.
La teoría del homicidio presentada en el juicio indicó que “Vikunga” había acosado a la víctima en varias ocasiones mediante mensajes de texto. Harto de esta situación, Samir fue a la casa de «Vikunga» y disparó contra la fachada.
Para la justicia, este incidente provocó la brutal venganza del clan Caro contra el adolescente, aunque algunos investigadores sugieren que pudo haber un motivo más grave detrás del asesinato, algo que nunca se pudo comprobar.
El tribunal, compuesto por Dante Ibáñez, Rafael Macoritto y Diego Lammoglia, condenó a Francisco “Vikunga” Caro a 32 años por homicidio agravado y abuso de arma de fuego contra la hermana de la víctima. Marcos “Batore” Caro recibió una sentencia de 29 años bajo la misma acusación, mientras que Cristian “Bichi” Caro y Guillermo Córdoba, el cuarto imputado, fueron absueltos debido a la falta de pruebas concluyentes.
Los defensores de “Batore”, Augusto Avellaneda y Cergio Morfil, apelaron la sentencia y lograron que un tribunal concediera arresto domiciliario hasta que la Corte Suprema de Justicia de la provincia confirmara la condena.

Samir Domínguez, la víctima de Batore Caro
Con el vencimiento de este plazo, el juez Gonzalo Ortega adoptó un criterio diferente al del tribunal de apelación y revocó el beneficio de prisión domiciliaria para Caro. Ordenó su detención, la cual fue ejecutada por la división de Búsqueda y Captura de Prófugos, bajo la dirección de los comisarios Daniel Brito, Diego Bernachi y Miguel Carabajal.
“El fallo aún no es definitivo, y vamos a trabajar para que nuestro defendido regrese al estado anterior. Consideramos arbitraria la orden de detención, ya que empeora su situación”, afirmó el defensor Avellaneda.
En los últimos años, los miembros del clan Caro han acumulado varias condenas, además de la relacionada con este caso. Los hermanos también fueron sentenciados por su participación en una serie de robos investigada bajo el nombre de “La industria del escruche”.