En su discurso del domingo pasado tras autoproclamarse presidente de El Salvador, Nayib Bukele abordó temas relacionados con Argentina, específicamente mencionando a Patricia Bullrich, Ministra de Seguridad, y la crisis de inseguridad en Rosario. Bukele expresó la disposición de ofrecer colaboración a Bullrich, destacando las diferencias de escala entre San Salvador y la ciudad más caliente de Santa Fe, señalando que el espíritu de cooperación estaba presente, aunque las realidades eran distintas, ya que Los Monos no eran comparables a la Mara Salvatrucha.
En su regreso a Buenos Aires el día siguiente, Patricia Bullrich compartió detalles sobre los resultados del primer mes del Plan Bandera, un esfuerzo conjunto para controlar las áreas problemáticas de Rosario junto al gobernador Maximiliano Pullaro. Bullrich afirmó que, si bien se sorprendió de que su nombre surgiera en el discurso de Bukele, aún no habían retomado la discusión sobre la colaboración propuesta.
Bullrich explicó que el interés radicaba en recibir ayuda técnica de El Salvador, no en enviar efectivos, ya que contaban con fuerzas federales y provinciales. La intención era adaptar el modelo de Bukele, considerando la creciente violencia en Argentina, con eventos como peleas en el fútbol y enfrentamientos en boliches.
Es importante destacar que elogiar el modelo de Bukele conlleva críticas, ya que según Amnesty International, su régimen de excepción ha resultado en detenciones arbitrarias, maltratos, torturas, violaciones al debido proceso y muertes bajo custodia estatal. Sin embargo, Bullrich resaltó el interés en adaptar el modelo salvadoreño para abordar la violencia en Argentina.
En cuanto a la presión por resultados, Bullrich negó una influencia explícita del presidente Milei y afirmó que era una decisión interna. Se abordó también la situación en Rosario, donde el Plan Bandera fue implementado en medio de una crisis de homicidios y balaceras. Bullrich presentó cifras positivas, destacando la disminución de homicidios en ciertas zonas gracias a patrullajes dinámicos y requisas extensivas.
A pesar de los avances, persisten desafíos, como la cantidad de balaceras, y se plantea la posibilidad de infiltración del Primeiro Comando da Capital en penales. La situación es compleja, y los funcionarios están alerta, considerando diversas perspectivas para abordar los desafíos de seguridad en Argentina.