José Ricardo Ascárate, secretario de Energía de la Provincia, emitió una advertencia sobre la posibilidad de que el Norte argentino se quede sin suministro de gas en el futuro cercano, tanto para consumo residencial como para la industria, si no se llevan a cabo las inversiones y obras previstas durante la gestión nacional saliente.
Ascárate destacó que a partir de enero de este año, Bolivia ha dejado de proveer gas, y se espera una declinación que se extenderá hasta 2024. Esta interrupción en el suministro de gas boliviano impacta significativamente en el Norte argentino, ya que la capacidad de generación de gas en la zona norte, en Campo Durán (Salta) y Caimancito (Jujuy), era mayormente dependiente de Bolivia.
El secretario de Energía explicó que el gasoducto Néstor Kirchner, inaugurado recientemente, llega hasta la provincia de Buenos Aires, pero aún falta un tramo para extender la distribución hacia la región norte del país. Este segmento crucial es el gasoducto troncal del norte, que conecta con la provincia de Córdoba y requiere la reversión de las estaciones de bombeo de TGN (Transportadora Gas del Norte). Ascárate advirtió que si esta obra no se lleva a cabo, el Norte argentino se quedará sin gas.
Dirigiéndose al próximo gobierno nacional liderado por Javier Milei, Ascárate señaló que han expresado intenciones de cerrar Enarsa, una empresa considerada por ellos como símbolo de corrupción, y que si no se realizan las obras comprometidas, la región norte quedará sin suministro de gas, poniendo en peligro el abastecimiento residencial y el funcionamiento de la industria local, como las cerámicas en Salta y los ingenios en Tucumán y Jujuy.
El funcionario tucumano hizo un llamado al nuevo gabinete, instándolos a dejar de lado los slogans de campaña y abordar las realidades concretas que enfrenta la zona productiva del norte argentino.